sábado, 7 de noviembre de 2020

El poder de nuestras palabras es tan poderoso, que podemos llegar a destruir un corazón y una mentalidad, con una sumple palabra.
Me he preguntado si yo soy como desaría que la gente fuera conmigo, creo que sí lo soy, o trato de serlo, pero no vengo a hablar de mi (indirectamente sí). 
Hoy vengo a escribir algo que he pensado y me pregunto, en estos tiempos de pandemia, ¿hemos pensado en los demás? Me refiero a cómo estará su estabilidad emocional, hoy más que nunca en plena pandemia, es cuando debemos de ser muy fuertes, tendremos muchos bajones y poco soporte (apoyo) por lo que debemos de pensar en nosotros y en nuestros amigos sobre, oye, ¿estás bien?, porque es duro, todo lo que se está viviendo, es duro cambiar tu rutina, espero y todos mis conocidos se encuentren bien.
Quiero hacer un punto y aparte, yo no me siento bien, siento una desesperación, angustia y pánico, he sentido una nostalgia que traigo guardada, lo se porque creo que NADIE LO NOTA, ¿se puede actuar una nostalgia?, a veces me siento sola, no es como espere que se preocupen por mi, o bueno, ¿sí lo espero? No tiene nada de malo esperar eso, ¿o sí?. Seré sincera, creo que sí es lo que espero, me siento hundida y ahogada, sin la misma energía.
Corrigo, NO ESTÁ MAL ESPERAR QUE ALGUIEN TE PREGUNTE, CÓMO HAS ESTADO.

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 Que innecesarios estos sentimientos